Parque Nacional Los Dinamos
El río Magdalena, único cuerpo de agua viva en la CDMX, nace rodeado por bosques de oyameles y pinos en el Parque Nacional Los Dinamos. Sus aguas proveen cerca de 21 millones de metros cúbicos de agua al año y ahí se instalaron en el siglo XIX cuatro generadores de energía para abastecer a las fábricas de papel y textiles que existían en el sur de la capital.
Ahora, en sus más de 2 000 hectáreas, puedes recorrer 26 kilómetros de senderos, seguir el cauce del río, comer unas quesadillas o beber un atolito, buscar hongos en temporada de lluvias o caminar hasta el cuarto dinamo, el más alejado, y recibir en recompensa por tu esfuerzo la vista de una cañada cubierta de árboles desde el mirador de La Coconetla o su vecino de enfrente, el cerro Tarumba, donde se encuentra la Puerta del Cielo, llamada así porque la formación rocosa parece enmarcar la vista del firmamento.
Las impresionantes cañadas y la vastedad del bosque que se extienden más allá de los límites del parque y te sorprende pensar que sigues dentro de una de las urbes más grandes del mundo.
Vale la pena ir temprano y llegar hasta el cuarto dinamo, porque al caminar escuchando el sonido de tus pasos o el canto de las aves, descubrirás la importancia de este paraje como pulmón para la metrópoli y es que en él habitan más de 700 especies de plantas, casi 200 de vertebrados, así como 70 especies de hongos de las cuales 48 son endémicas de la zona.
Los habitantes del pueblo originario de Santa María Atlitic se han organizado para proteger el bosque. Gracias a su espíritu comunitario, realizan actividades que permiten a todos los visitantes relacionarse de forma diferente con la naturaleza, ya sea a través de paseos en caballo, caminatas guiadas, acampando, haciendo ciclismo de ruta y de montaña —es una de las subidas favoritas de los ciclistas— y hasta deslizándose en una tirolesa.
Emilio Carranza 10, col. La Carbonera, alcaldía Magdalena Contreras
Lu. a Do. de 6 a 18:30 h
