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El Mercado de San Juan

Redacción
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17 · 04 · 2024

Al mercado de San Juan (Ernesto Pugibet) se va con ganas de ampliar el paladar con sabores que desafían lo cotidiano.

A los mercados en México no solo se va a comprar; se va a chismear con los marchantes mientras te surten el pedido y te dan una probadita de quesillo y otra de piña “tan jugosa que está, mire nada más”. El Mercado de San Juan —el de Ernesto Pugibet—, no es la excepción, así que ve con ganas de echar chisme con los locatarios, escuchar historias centenarias y, sobre todo, de ampliar tu paladar con sabores que desafían lo cotidiano. 

Puedes pasar media hora en el pasillo de ultramarinos y embutidos catando quesos finos y carnes frías de otros continentes (además, si tu compra o tu actitud es buena, te regalarán una copita de vino); luego detente un momento en los puestos de fruta y vegetales, no solo son perfectos para una foto con muchos likes en Instagram, aquí encontrarás algunas delicadezas raras como el rambután o 15 variedades de hongos japoneses. 

Mientras más te adentras en los estrambóticos pasillos, más productos peculiares encuentras como unos escorpiones bañados en chocolate o arañas fritas con chilito piquín. ¡Éntrale!, porque los insectos y las carnes de caza sostienen la reputación de este mercado como el más exótico de la ciudad. ¿Antojo de hamburguesa de león? Aquí hay. ¿Mejor un taco de cocodrilo a la veracruzana? Por supuesto. También hay armadillo, iguana, jabalí… tú pregunta y te lo consiguen. Y, si no andas en modo aventurero, pide una quesadilla —con queso, porque estás en CDMX— y échale salsa de hormigas chicatanas. Sí, aquí todo tiene un guiño a lo inusual, pero también a las raíces prehispánicas tanto del mercado, como del barrio de San Juan.

Podría parecer que este no es el mercado más tradicionalmente mexicano, pero en realidad lo es, pues se trata de un espacio vibrante que siempre ha estado dedicado al comercio y al intercambio cultural. Antes de la Conquista, San Juan era parte del pueblo Moyotlan y su plaza principal albergaba un tianguis mexica. Alrededor de 1850 se transformó en el Mercado Iturbide y, tras absorber diversas culturas y evolucionar durante un siglo hacia un estilo más refinado, se trasladó a su ubicación actual, en la década de los 50. Más que un centro comercial, este mercado es un punto de encuentro de culturas, sabores, personas e historias; un cálido abrazo a la rica diversidad capitalina.

2a calle de Ernesto Pugibet 21, col. Centro, alcaldía Cuauhtémoc

Lu. a Do. de 7 a 18 h

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